viernes, 2 de febrero de 2018

Franklin Mirabal: Ego vs. Etica

El destacado comunicador dominicano Franklin Mirabal ha sabido con los años ganarse un sitial en la crónica y periodismo deportivo, todo en base a una constancia que lo ha llevado a ser desde hace varios años el reputado editor deportivo del prestigioso periódico Hoy (previamente editor deportivo de los periódicos Listín Diario y El Nacional), así como a posicionar su empresa Impacto Deportivo (programa de Radio, página WEB y antes programa de TV).

El inquieto periodista también tiene entre sus logros haber escrito 7 libros relacionados al universo del béisbol nacional e internacional: “Los 50 Mejores”, “Los 25 Mejores”, “Increíble”, “Los 100 Grandes”, “Serie del Caribe Santo Domingo 2012”, “Salón de la Fama del Béisbol Latino” y “Anécdotas”. Todas, obras debatidas con cierta pasión en sus momentos, con apreciaciones a favor y en contra, pero todas confirmando el talento de este comunicador y su valioso aporte al sector deportivo.


Su constante incidencia en el ámbito deportivo radial y escrito han provocado que tenga diversas confrontaciones con colegas, deportistas y figuras del ambiente social dominicano, lo que le ha generado un protagonismo que en ocasiones le ha sido desfavorable debido a su constante afán de estar en la palestra pública. Esto lógicamente ha originado una tasa de rechazo tan grande, como la proporción de personas que lo aceptan.

Es justo ahí donde sale a relucir el problema con el tipo de accionar de Mirabal, cuyo trayecto en el ámbito deportivo ha desarrollado un ego que en la mayoría de los casos compite desfavorablemente contra la ética. Independientemente que querer imponer un estilo y favorecer sus simpatías o ideales personales, debe tener presente que primero es un comunicador cuyas palabras en un micrófono y redacciones en impresos, son seguidas por miles de personas.

Ya sea emitiendo comentarios o narrando - tal como todos sus colegas - puede evidenciar sus simpatías políticas, religiosas o deportistas, pero esto nunca debe anteponerse a la ética de la comunicación, la cual es general y no parcial.

El estilo de Mirabal es refrescante e innovador, propio para una pintoresca sociedad dominicana que en ámbitos deportivos es muy peculiar, a la vez de profesional. No obstante, como se dice popularmente “desbarata con los pies lo que hace con las manos”, cuando sus pasiones se desbordan y afectan el legado profesional que con tanto esfuerzo ha construido.

La ya finalizada temporada invernal del beisbol dominicano contó con su regreso en la narración deportiva, integrando el staff de periodistas bajo la nómina de los Tigres del Licey. Como todos los profesionales del periodismo deportivo contratados por los diferentes equipos, de inmediato comenzó a trabajar en pro de sus contratantes de manera activa. Sin embargo, desde su incorporación en octubre de 2017 se apreció un inusitado afán de protagonismo narrativo que - independientemente de lo contagioso y popular - inconscientemente irrespeta o afecta a sus compañeros de cabina.

Su afán de imponer frases que marquen pautas a seguir, algarabías oportunas y no durante las transmisiones, así como constantes saludos personales a allegados o conocidos, resta tiempo valioso a que sus compañeros de transmisiones aporten informaciones vitales de lo que acontece en el juego, entre otros detalles.

El factor comercial también pierde por esta estruendosa manera de narrar, ya que si bien refleja aumento en el rating de sintonía (según lo expresado por el propio Mirabal), esta sintonía se ve afectada si una gran cantidad de televidentes pone en modo silencio o mute sus televisores o dispositivos móviles. Si no se escucha la transmisión en los momentos en que Mirabal está narrando, entonces no llega la publicidad pautada a citar. No creo que ninguna empresa quiera pautar sus comerciales en una transmisión que en determinados momentos no pueda ser escuchada porque sus potenciales clientes bajen el volumen o pongan en mute sus dispositivos.

No estoy diciendo que la directiva de los Tigres del Licey saquen o amordacen a Franklin Mirabal o que la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM) tome alguna acción en este sentido, por el contrario, hay que incentivar que el referido comunicador siga prestigiando al equipo y a la liga con su presencia, pero hay que hacer los correctivos necesarios para que la pasión desbordante de un narrador no conspire contra el bien común.

Aunque su equipo no esté ganando en un momento determinado, el narrador debe resaltar las incidencias que acontecen con el equipo contrario, porque de no hacerse así se cae en el irrespeto y falta de profesionalidad. No debe celebrarse el hecho de que impere algarabía en una transmisión cuando uno de los equipos tiene alguna ventaja o hace alguna buena jugada, mientras hace silencio parcial o absoluto cuando el equipo contrario es el que hace algo favorable en el partido. Peor aún, dejar el micrófono y retirarse de la cabina momentos antes de que su equipo pierda el partido, dejando que terminen las transmisiones los compañeros que durante su presencia fueron relegados a un segundo plano.

Todas esas señales son captadas por la fanaticada, muchos de los cuales no tienen equilibrados niveles de capacidad para manejar sus emociones y dan rienda suelta a sus frustraciones contra los fanáticos opuestos. Es por eso que un comunicador y narrador debe manejar con cuidado sus pasiones, sus palabras y actitud. Ellos son embajadores de sus equipos y muchos de sus fanáticos siguen sus acciones y derivados al pie de la letra.

Los comentaristas y narradores no hacen el mismo trabajo del animador, cuya labor es animar a su equipo. Ese es el trabajo que hacen desde las gradas, junto al público, bailarines y acompañantes: alegrar y dar ánimo a sus equipos (ej. Jhoel López en el Licey, Albert Mena con Las Aguilas, Enrique Quailey con el Escogido, etc.).

Ojalá el Sr. Franklin Mirabal entienda el punto de este comentario y no lo vea como un ataque a su persona. Por el contrario, deben haber más como él, pero con los correctivos de lugar para hacer más amena y actualizados a los nuevos tiempos las narraciones y comentarios de los juegos. FM

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