jueves, 13 de diciembre de 2018

Cambios necesarios y urgentes en modelo comercial TV tradicional



Es como navegar contra la corriente ver la televisión como un negocio rentable en base al tradicional modelo de negocio, donde el pago por publicidad o por arrendamiento de espacio es la única fuente de ingreso. En toda Latinoamérica hay cambios sustanciales en este esquema de negocio, pero una minoría ignora o desconoce la real tendencia comercial.




Limitándose a dirigir su contenido a un específico y garantizado blanco de público, la comercialización tradicional de la televisión seguirá existiendo por varios años más, pero en ese intervalo de tiempo verá cómo es cada vez más escasa su penetración, hasta el punto de quedar existiendo como una alternativa de cobertura rural o limitada. El contenido de ese tipo de TV siempre existirá, ya que su principal o único valor consistirá en contenidos exclusivos de esas demarcaciones (lo municipal, escolar, deportivo, religioso y social siempre necesitará una tribuna local para hacerse eco).

Lo que hasta hace poco era un valor agregado ante el modelo comercial existente, es en la actualidad lo que garantiza sostenibilidad y márgenes de beneficios. Los repetidores de señales por antena, microondas y demás, junto con los transmisores colocados de manera estratégica para lograr cobertura territorial, ven ahora como la digitalización ha hecho posible mayor alcance vía satelital.

El hecho de estar en un satélite full time garantiza expandir la señal del canal de televisión más allá del plano territorial que permite el órgano regulador estatal. No obstante, esta ventaja de cobertura ahora internacional, implica hacer más ajustes por parte de los canales hasta ese momento tradicionales.

Los canales tradicionales tuvieron que hacer mayor inversión en programación de contenido, donde las producciones locales y propias debían incrementarse (este es el único contenido que pueden explotar fuera del país de origen). Los enlatados como series, películas, documentales y demás, tienen la limitante de ser licencias sujetas a derecho de autor y por ende, sólo para los territorios donde están ubicados los canales.

Llegada del Streaming, On Demand y OTT

Mientras la modalidad de transmitir contenido local propio comenzaba a tomar forma, surgen nuevas variantes técnicas en el universo digital que pronto pasan a ser un complemento de la llamada televisión globalizada. Con plataformas ajustadas a esta nueva realidad, las señales de los canales de TV - además de poderse ver en vivo a través del internet - pueden verse también de manera streaming y en cualquier tipo de dispositivo (computadoras, tabletas y celulares).

Todos los cambios que implica la actualidad técnica, amerita constante inversión y cambios de equipos. Ya no se trata de hacer conversiones de señales y afines, ya que aquellos equipos que reproducen señales de manera análoga, que luego de algunos ajustes también emiten dual o en digital, resultan ser obsoletos. La fibra óptica y cables IP de las cableras/telefónicas garantizan la vía más óptima y confiable para transportar esas señales al satélite que distribuye las señales de esos canales a nivel internacional.

Eventualmente llegaron las plataformas On Demand y Over the Top (OTT), lo que garantiza que ya no se trata de una señal, sino que todo lo que producen esos canales pueden almacenarse en servidores y nubes de gran o ilimitada capacidad. Esto hace posible que mediante las referidas plataformas digitales, esos contenidos pueden verse a discreción absoluta del cliente, el que puede ver los programas de su interés cuando quiera, donde quiera y como quiera. Ya no se trata de televidentes, sino de usuarios de esos servicios que mediante la contratación simple de alguna telefónica/cableoperadora pueden suscribirse al canal de su interés.

Dependencia de Brokers, Telefónicas y Cableoperadoras

Igualmente los canales pasan a depender más de los servicios de estas contrataciones con cableras/telefónicas, ya que estas garantizan cobertura y mayor fidelidad de la imagen, sin tener que hacer las habituales costosas inversiones de antenas y repetidores para lograr mayor alcance de su señal.

Para poder mantenerse en el mercado actual, los propietarios de canales de TV han tenido que, además de cambiar su plataforma técnica: producir mayor contenido local propio, contratar un proveedor de servicio satelital/digital y tener que hacer acuerdos comerciales con alguna compañía telefónica o cableoperadora que le proporcione los servicios de la línea que transportará la señal que eventualmente recibirá el suscriptor de la cablera.

También existen brokers o distribuidores especializados de contenidos que simplifica las cosas para los canales de TV, ya que cuentan con infraestructuras y plataformas que hacen todo el proceso sin tener que recurrir a terceros servicios (hacen las gestiones satelitales, distribuyen y comercializan el contenido de los canales). También ofrecen soluciones, capacitaciones y estrategias operativas para una mejor o mayor efectividad de producción del contenido matriz del canal.

Pecan de obstinados y falta de visión los propietarios de canales de TV que insisten en el tradicional modelo de pauta comercial, ya que el mercado ha cambiado por completo. Las centrales de medios y colocaciones de publicidad han tenido que ajustar sus estrategias de publicitar contenido, persiguiendo con ello la preferencia cambiante en el gusto de los televidentes. El pastel publicitario, además del reducido presupuesto para cuñas publicitarias tradicionales, ahora concentra el mayor volumen de sus colocaciones en el paquete o abanico de opciones preferenciales que representa la oferta de contenidos streaming, On Demand y OTT.

Los que que resisten a realizar los movimientos indicados en las infraestructuras técnicas y operativas de sus canales de TV, tal como lo indicamos previamente, están condenados a tener un eventual negocio limitado en cobertura y aceptación. (FM)

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